Pese a que Luciana intenta convencerla de cambiar de opinión, Violeta confía en que al casarse con Aquiles tendrá los lujos que siempre ha soñado.

Rosa Elena está obsesionada en descubrir quién es la amante de su marido y acude a Aldo, su mano derecha, para conseguir la verdad.

Convencida de que Maximino no ha hecho otra cosa que engañarla sin razón, Rosa Elena agrede a su marido y él se defiende.

Violeta se siente atraída por el dinero y el poder que Aquiles tiene y piensa en casarse con él.

Al enterarse que Rodrigo está al pendiente del embarazo de Luciana, Gala se siente rechazada y chantajea a Rodrigo con la salud de su bebé.

Maximino le revela a Rodrigo que si Rosa Elena no está en la cárcel, se debe a la compasión de Luciana.